Diferenciación: también mira hacia atrás para emprender.
En este tiempo de incertidumbre, el cambio y la transformación nos inquieta y hasta nos obsesiona. Nos angustia pensar que nos quedamos atrás o que nunca podremos emprender. Tenemos la idea de lo que deseamos echar a andar, queremos estar al día y tener todo listo para empezar. Y a veces corremos el riesgo de clonarnos si no nos detenemos un poco antes de empezar para mirar hacia atrás y ver qué nos hace distintos.

En el pasado está una de nuestras principales fuentes de ventaja competitiva, por no decir la principal.
Mi enfoque es, que antes de empezar y lanzarnos profesionalmente, nos conviene mirar más hacia atrás.
Me explico. En el inicio todos los perfiles de las redes sociales son iguales, por ejemplo en FB, todos son azul con blanco. Y frente a lo homogéneo que tiende a ser la tecnología, es necesaria la diferenciación y la fuerza de la mezcla ecléctica de cada persona, como individuo y como profesional.
En un entorno super saturado de información como lo es actualmente, es lo mejor de cada quien lo que privilegia la diferenciación. Y es en el pasado donde encuentras tu singularidad, lo que te hace diferente.
Eres distinto por lo que has sido y puedes potenciarlo trazando un camino que haga brillar eso que te hace diferente y que sea reforzado mediante el continuo aprendizaje y la experiencia.
Nadie en el mundo ha nacido en el mismo contexto. Nadie ha recibido los mismos estímulos, se ha formado del mismo modo o en el mismo tiempo. Nadie ha tomado las mismas opciones profesionales y vitales al mismo tiempo y de la misma manera.
Nadie ha viajado a los mismos sitios en la misma secuencia. Nadie ha leído los mismos libros. Nadie conoce a las mismas personas de la misma manera en que tú los has hecho.
Lo que te hace diferente no parte de lo que serás: es lo que has sido y cómo lo proyectes hacia el futuro.
Al inicio es complicado saber qué parte de nuestra experiencia será relevante.
La idea es repasar la trayectoria que has tenido y conectar los puntos.
Te cuento: yo empecé en el Diseño Gráfico trabajando en la especialidad de la Identidad, lo que actualmente pudiera ser el branding. En concreto, inicié realizando logotipos e identidades corporativas para profesionales y empresas nacionales que querían posicionarse con una imagen que reflejara lo mejor de ellos, de sus servicios y productos, con profesionalismo, calidad y ética. Posteriormente me especialicé en Marketing Empresarial y Gestión de Negocios, lo que me permitió entrar al mundo corporativo en multinacionales de origen alemán. En ellas me encargaba del Marketing Empresarial, creando y/o adaptando las estrategias de comunicación y posicionamiento en el mercado mexicano. Un estilo de marketing muy especializado y personalizado que me enseñó a trabajar mano a mano con los directivos y a entender su forma de pensar y de abordar los retos, así como a profundizar en el núcleo de la empresa para encontrar lo mejor de ella y de su gente para comunicarlo hacia los clientes, incluidos los clientes internos. Trabajar para ese tipo de compañías, además me ayudó a aprender la disciplina alemana del trabajo y sobre todo me ayudó a encontrar mi pasión y empezar a integrar en mí la trascendencia de tener un gran sueño y alcanzarlo. Después entendí que lo aprendido al posicionar una empresa y comunicar lo mejor de ella y de su gente, es decir una marca con un alto grado de calidad, de disciplina y de implicación, se podía aplicar al Marketing Personal enfocado hacia el propósito. Y lo apliqué a mi marca. Además, como especialista en marketing personal me enfoco en los emprendimientos con propósito y como profesional priorizo el que los profesionales cumplan su sueño de emprender haciendo lo que aman. La línea de puntos que une estos logros radica en que he ido avanzando al crear mi propia marca de negocio, haciendo un viaje por el autoconocimiento, capacitándome, actualizándome, resignificándome y compartiendo lo que he ido aprendiendo sobre el emprendimiento como proyecto de vida.
Por lo que te he contado sobre mi, ahora caben las siguientes preguntas:
¿Qué hay en el pasado que te sirva hoy para empezar tu emprendimiento?
¿Qué experiencias propias puedes emplear para ser distinto?
La experiencia, la comprensión de tu propósito y tu camino vital sirven para tener una base sólida y un importante margen de diferenciación.
Por eso, cuando hablo de "liberar el negocio que llevas dentro" y de "abrir tus alas" hago hincapié en la trayectoria, lo que ya eres y la experiencia que tienes como combinación única.
Haz hecho este ejercicio de mirar hacia atrás y plasmar por escrito o simplemente reflexionar sobre tu trayectoria?
¿La has mirado con ojos analíticos?
En vez de encajar o de querer hacer lo que ves que funciona aunque no resuene contigo, fíjate en las combinaciones que te hacen distinto echando un ojo hacia atrás para proyectar hacia adelante.
En marketing sabemos que debemos encontrar esa propuesta singular de valor, eso que hace diferente a la marca para comunicarlo de manera puntual y clara. Para que comprendas un poco más de lo te hablo, te menciono las tres características básicas de un diferenciador (así se le llama en marketing) refiriéndome a eso que te hace distinto:
3 Características básicas de un diferenciador:
1. Ser único en la percepción del mercado.
2. Valorado por los clientes para que te distingan de entre todas las otras marcas y que paguen por él.
3. Específico en su comunicación para que entiendan por qué. En esta característica radica gran parte del poder de la diferenciación.
Mira lo que has logrado y aprovecha para integrar y celebrar tus logros.
Observa cómo esos logros se conjugan para el planteamiento de tu futuro negocio diferenciándolo del resto. Además observa cómo tus logros podrían incorporarse a tu historia de marca para comunicar tu propuesta singular de valor de tu proyecto profesional.
¡Gracias por leerme!
Si necesitas ayuda, estoy aquí para ti... ¡estamos juntos en esto!
Te veo pronto.